Chefs o artistas.
Mi profe de Contaminación artística me envía una noticia aparecida en el Diario El País del pasado 01/06/10, escrito por Roberta Bosco (Roma) y que por su temática está relacionado con el tema de este blog.
El artículo se titula Comer con arte y más abajo Artistas y grandes chefs se unen en la feria The Road to Contemporary Art de Roma (Italia), -ya podéis imaginaros que es un encuentro con ánimo de lucro de exhibicionismo y tan famoso consumo de venta de obras de arte donde han aprovechado como oferta complementaria o de diferenciación con otros eventos la fusión del arte de artistas con la de artistas culinarios-.
Francesca Sarti de la asociación Arabes Chi di latte, cuyo concepto es la unión de la fascinación de los alimentos y la energía de los mismos en la creación de situaciones y relaciones interpersonales en espacios o lugares. Sarti dice textualmente “utilizamos los alimentos y el arte como herramientas para activar espacios y aglutinar personas, creando experiencias gastronómicas y creativas” –ya tenemos los conceptos de unión de alimento-arte, espacio-personas, experiencias-percepción-. Este grupo montan cenas interactivas en museos –como si de una instalación se tratase, cuya diferencia es que el artista culinario, en un entorno museístico, hace que el visitante entre a formar parte de la obra dentro de un contexto de arte-.
En el mismo artículo comentan el evento Yo no tiro nada, dice Sarti que "Hemos propuesto a cuatro artistas del arte culinario elaborar un menú con las partes de los alimentos que normalmente tiramos a la basura, creando alta gastronomía combinando recuperación y experimentación" –esta iniciativa se trata de arte povera (voz italiana de “arte pobre”), donde utiliza materiales de fácil obtención y carentes de valor, pero con la diferenciación que en el arte povera se huye de la comercialización del objeto y en este tipo de evento no, aquí se paga por entrar y degustar, además se utiliza su dinero para comprar obras de arte, después de haber pagado los recursos humanos, de elaboración y de espacio, todo una contrariedad en cuanto al concepto, eso sí los dos tienen el objetivo de ocupar un espacio y obligan a que haya público, todo para provocar una reflexión de alimento-materiales de desecho, degustación-observación, recuperación-reciclaje donde realmente es todo lo contrario, uno porque lo que tiramos a la basura aquí lo hacen antes de que esté en el contenedor-.
Al final del artículo, se lee la utilización de artistas para crear etiquetas para botellas de vino y así financiar un proyecto hídrico en Mozambique, cada botella al precio de 1000 € o litografías a 4000 €, todo esto habría que saber si los 1000 € es íntegramente, que no creo porque la imprenta, la bodega, la manipulación, el transporte, el equipo administrativo y así podría seguir la cadena… me pregunto ¿Cuánto dinero llegará al proyecto?
En definitiva, si pelamos el tomate guardar su piel podremos hacer una presentación culinaria exquisita, adornando o vistiendo el plato final, y si os dais cuenta este tipo de eventos tiene la finalidad final de activar un espacio y recaudar para un fin, ya sea de tipo social o lucrativo, pero al final todo se paga, nada en esta vida es gratis, aunque eso sí la noticia es la novedad y su diferenciación con otros tipos de eventos en un determinado lugar, y el artista es utilizado, engañado o lo que queramos pensar, es el kit de la cuestión, opinión personal y objetiva.
FUENTES:
Artículo Diario El País.
Asociación Arabes chi di latte
Feria de Arte contemporáneo
Imágenes de las ferias:
Opción 1.
Opción 2.
Etiquetas: arte, cultura, gastronomía, noticias
0 comentarios:
Publicar un comentario
<< Inicio